Entrevista publicada en “YO DONA”

“El país necesita una buena campaña de marketing a nivel global”

¿Qué futuro le espera a la moda española? ¿Es el momento de dar ese golpe en la mesa? Periodista experta en moda, Charo Izquierdo disecciona en su último ensayo, ‘Fashion (R)Evolution: La Gran Oportunidad de la Moda’ (Editorial LID), las oportunidades de un sector que lleva años pidiendo a gritos el empujón definitivo.

MARÍA ALMENAR

En las páginas de ‘Fashion (R)Evolution’, Charo Izquierdo establece las pautas necesarias para esbozar un futuro más competitivo para la moda española, abrazando desafíos como la tecnología y la sostenibilidad, y lo hace arropada por voces clave de la industria. En su ensayo, busca transformar las actuales reglas del juego.

Al igual que la moda, ámbito que conoce a la perfección gracias a su extensa trayectoria, la periodista también podría compararse con ese camaleón que asegura que representa a la propia industria en su ensayo.

Consejera independiente, periodista, escritora, empresaria, Charo Izquierdo es quien quiere ser en todo momento. «Si tuviera 25 años y empezara de nuevo trabajaría en el campo de la IA», confiesa. Fundadora de la revista Yo Dona, en la actualidad es consejera editorial de ‘El Español’ y ha ocupado los cargos de directora general de revistas en Prensa Ibérica, directora de la pasarela Mercedes-Benz Fashion Week Madrid y de las ferias de moda y estilo de vida en IFEMA.

Más allá de relatar su visión personal de la moda, ‘Fashion (R)Evolution’ es una invitación a rememorar las mieles del pasado, a desvelar los asuntos incómodos del presente y a proyectar escenarios futuros de la industria en un ensayo que aborda nuevos desafíos. En este apasionante recorrido, Charo Izquierdo recurre al testimonio de un centenar de representantes de la moda, incluyendo marcas, diseñadores, empresarios, modelos e influencers, quienes colaboran con la escritora para construir esta exhaustiva radiografía del mundo de la moda.

¿Cuál fue el detonante para escribir este ensayo?

Sucedieron dos cosas. La primera es que me di cuenta, a través de las charlas que imparto en universidades, de que la historia de las revistas femeninas en España desde los años 80 tiene mucho que ver con mi propia trayectoria. Luego, la experta en lujo Susana Campuzano me sugirió escribir un libro y habló con el editor Manuel Pimentel, director de la Editorial Almuzara y LID. Le encantó la idea y cerramos el contrato en unos días. Más que aprovechar la oportunidad, que lo hice, quería escribir un ensayo que fuera más allá de mi experiencia personal para enriquecerlo con otras voces clave de la industria de la moda.

He notado cierta contención cuando expresa su opinión. No imaginaba que fuera tan políticamente correcta.

No es la primera vez que escucho esta apreciación y creo que ya he dicho bastante. A lo mejor se lee más entre líneas.¿En qué aspectos incómodos se ha mordido la lengua?En varios momentos. Por eso preferí dar voz a otros. En todo caso, es un ensayo, no una opinión. Aunque escribo afirmaciones duras sobre la moda, los medios, los diseñadores o la estructura que sostiene el sector, procuro hacerlo sin herir. Soy una persona conciliadora. Al mismo tiempo, la moda es un mundo que aprecio y por el cual me siento muy agradecida. No quería entrar como elefante en una cacharrería.

En plena vorágine de rebajas y sumergidos en la fiebre consumista del último mes, ¿qué sentido cobra la frase de Christian Dior: ‘No compres mucho, pero asegúrate de que lo que compras es bueno’?

Independientemente de las rebajas, se trata de una cuestión de conciencia y de devolverle a la moda su valor frente a la variable del precio. Durante muchos años nos han confundido, haciéndonos creer que debíamos comprar de manera compulsiva sin valorar el impacto que este acto tenía en la sociedad y en el medioambiente. Ahora que somos conscientes de ese impacto, tras haber visto las montañas de ropa en el desierto de Atacama o el vertedero textil de Kenia, no es justo seguir consumiendo de la misma manera. Tampoco es adecuado continuar produciendo la misma cantidad de prendas ni adquirir la misma cantidad de tejidos para que terminen en la basura.

¿Cómo salimos de esta?

Toda la cadena de valor tiene que evolucionar hacia una mayor conciencia por parte de los agentes involucrados, desde las empresas e instituciones hasta los ciudadanos. Nuestra sociedad debe cambiar su forma de pensar. Es necesario dar más valor a la ropa y ser más conscientes del cambio. Sobre todo, hay que considerar que no es una utopía pasar de una economía lineal de usar y tirar a una circular, donde la ropa obtiene una nueva vida. De las 5R relacionadas con la sostenibilidad, debemos destacar la R de reeducar, que a veces se pasa por alto. La forma en que reeduquemos a nuestra sociedad determinará el cambio.

¿Cómo hacer sexy la economía circular?

Aplicando los mecanismos que se utilizan en la creación de una marca respetuosa. Por ejemplo, Ecoalf ha logrado convertir en belleza algo que proviene de la basura. La firma ha aplicado criterios de honestidad, trazabilidad, tecnología y desarrollo, creatividad y también marketing. De manera que las personas aceptamos que lo que nos vende es sostenible de verdad. No se trata de algo forzado ni impuesto. De lo contrario sería el famoso ‘greenwashing’, que hay que eliminar.

¿Cuáles son los valores que una marca debe reunir para obtener su confianza?

La calidad, la transparencia y la trazabilidad, de manera que puedas comprobar la autenticidad de lo que te están vendiendo. Como ciudadana es esencial saber de dónde proviene esa prenda, entender su ciclo, pero, sobre todo, considerar si podrá tener otra vida en el futuro. En otras palabras, es importante pensar en su ciclo completo, incluyendo su muerte.

¿Y cómo lo hacemos de manera sencilla?

Observando la etiqueta y verificando cuántos componentes tiene la prenda. Si es el resultado de una mezcla de tres o cuatro materias primas, es probable que no pueda reciclarse. Por eso es fundamental que, antes de castigar al consumidor con la responsabilidad, las marcas y los diseñadores apliquen los principios del diseño sostenible a través del ecodiseño.

¿La moda circular puede ser compatible con la voraz industria del fast fahion?

La industria de la moda rápida también se está transformando, aunque esta reconversión es lenta y complicada. No hay más que ver como gigantes como el grupo Inditex están ajustando su oferta y estableciendo alianzas importantísimas con empresas para integrar la tecnología al servicio de la sostenibilidad. En todo caso, la cadena de valor de la moda es muy amplia y hay que abordar cada uno de los procesos. Hasta ahora, España es uno de los países que lidera el cambio en el continente europeo, pero estamos hablando de una transformación compleja para alcanzar el objetivo de descarbonización fijado para 2050. Me considero optimista, porque creo que se están dando los primeros pasos y se avanza en la buena dirección.

Óscar de la Renta dice que «la moda siempre mira hacia adelante», pero ¿a cualquier precio?

No todo vale. Hay que mirar las herramientas que tenemos a nuestro favor para ayudar a reducir su impacto social y medioambiental.

Inteligencia artificial, metaverso, NFT, impresión 3D…, en paralelo al desarrollo tecnológico de la moda, también se da una mayor apreciación de la artesanía. ¿Por qué?

La artesanía forma parte del desarrollo sostenible y es una gran aliada. Nadie duda de que es el nuevo lujo y tiene que ver con el patrimonio cultural. Al final, se trata de poner en valor la cultura y el saber hacer de cada país. Grandes marcas como Loewe trabajan con artesanos, y Hermès lo ha hecho siempre. No se trata de hacer negocio con la artesanía, sino de asumirla como un valor añadido.La artesanía implica especialización, vocación y, sobre todo, oficio.

Sobre este último, ¿no da la sensación que todo el mundo que estudia diseño y confección quiere ser una estrella de rock, pero nadie quiere trabajar en el backstage?

Cada vez que un alumno me dice que quiere ser patronista, me tiro al suelo. Siempre le digo que tendrá trabajo, será muy bien remunerado y desempeñará un papel importante. Necesitamos una formación profesional especializada en estos oficios, junto con la recuperación de talleres y de la propia industria.

Exceptuando las grandes distribuidoras de moda, España tiene un problema con la internacionalización. ¿A qué se debe?

España tiene talento y creatividad, pero falla en estructura, estrategia y creación de marca. Necesita crear una buena campaña de marketing a nivel global que nos ayude a vender más allá de nuestras fronteras. Además, hasta ahora no se ha sabido comunicar de manera efectiva en revistas de moda ni en las alfombras rojas, donde rara vez se lucen diseños españoles. También hay otro problema: la falta de una alianza real entre la industria, la creación y el diseño, se miran con desconfianza mutua.

En el ensayo hace una reclamación: la creación del Spanish Fashion Council. ¿Ha recibido feedback de esta petición?

La creación del Spanish Fashion Council es una pieza fundamental para el desarrollo futuro de la moda española. No puede ser que las estructuras de la moda dependan de diversas instituciones, ya que esto es una visión reduccionista y debería ser abordado a nivel estatal. En todos los países hay uno y aquí existen organizaciones que hacen su labor, como ACME, Moda España o el Observatorio de la Moda, entre otros. Sin embargo, necesitamos crear un organismo interministerial que dependa del Estado y que actúe como catalizador, un espacio que una a todos los representantes del sector y que trabaje en una estrategia de desarrollo conjunta que aborde la calidad, la digitalización, la sostenibilidad y la internacionalización. Debemos trabajar como una gran empresa.

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