Entrevista publicada en La Vanguardia

RAQUEL FERNÁNDEZ SOBRÍN
28/07/2023 06:30
Es curioso que, interrogado por la moda en los años 60, 70 u 80, ChatGPT responde con datos
relacionados con el estilo. Siluetas, materiales, colores. Si la cuestión tiene que ver con la moda en los últimos 20 años, en cambio, la contestación gira en torno a la denominada f a s t f a s h i o n , las redes sociales, la sostenibilidad y la ética, la diversidad y la tecnología. Solo el minimalismo y el s t r e e t w e a r se cuelan entre los estilos a destacar. La conclusión inevitable es que en las últimas décadas ninguna tendencia ha sido más relevante que los extremos anteriores, y que si se han acabado convirtiendo en problemas es porque la industria que sostiene el sistema moda ha ido llegando tarde a cada avance que se ha producido en la sociedad.

F a s h i o n ( R ) e v o l u t i o n : L a G r a n O p o r t u n i d a d d e l a M o d a ( L I D ) , el último libro de la periodista Charo Izquierdo, hace un repaso al pasado, presente y los posibles futuros de la industria, especialmente de la española. “Me di cuenta dando una charla sobre moda y medios de que había ido pasando por etapas que me parecen fundamentales”, asegura Izquierdo comentando las anécdotas y vivencias de su trayectoria profesional que salpican el relato central de la evolución de marcas, revistas y clientes desde el siglo XIX hasta donde no alcanza la vista.

Antes de ser consejera editorial de E l E s p a ñ o l esta figura clave de la industria de nuestro país fue directora general de revistas de Prensa Ibérica, directora de la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid y directora de Y o D o n a . “ Abordar el futuro fue complicado, pero en el fondo lo más difícil es el presente. El concepto s u r f e a r que utilizo en el apartado que gira en torno al ahora es acertado en el sentido de que es lo único que se puede hacer hoy”. Aquí, surfeamos algunos puntos clave del libro.
¿En ocasiones es el directivo la piedra en el camino que no permite avanzar a la industria de la moda al ritmo de las cosas?
Muchas veces. En el caso de la web de T e l v a , que al principio se llamó e s t a r g u a p a .c o m ; tuvieron que pasar seis años y un cambio de grupo -de Recoletos a Unidad Editorial- para que se llamase T e l v a . Seis años de oportunidad.
¿Cómo se le dice a un ejecutivo que tiene que hacerse a la idea de que su empresa va a tener menos beneficios?
Es muy difícil, pero también algo obvio. A lo mejor dentro de cinco años puede recuperar, pero no sin hacer una inversión que ya llega tarde. Lo complicado es encontrar fórmulas para ganar más o menos lo mismo: eventos, libros, revistas corporativas… Ganar lo mismo haciendo lo mismo es imposible. Haciendo lo de siempre no haces nada.
¿Por qué es tan difícil para una industria que se alimenta de la novedad adaptarse a los cambios?
A mí me choca que haya sectores más rápidos que el de los medios o la moda, cuando debería ser todo lo contrario. En general cuesta salir de la zona de confort. Por otra parte, los medios han tenido muy poco en cuenta a la gente joven a la hora de tomar decisiones. Internet, las redes sociales… hay mucha resistencia al cambio y España es un país especialmente receloso en ese sentido. Por ejemplo: cuando hablo del metaverso en las clases, algunos alumnos tuercen el gesto. Es como cuando me afeaban que tuitease desde los desfiles.

¿Es el SEO amigo o enemigo de los medios?
A veces uno, a veces el otro. El problema es que viven bajo su dictadura y han perdido sus puntos de vista únicos, aunque creo que habrá un momento de clarificación donde el cuantitativo se pueda equilibrar con el cualitativo. Hay que llegar a la audiencia, pero también hacer un producto de prestigio.
Los manuales de marketing dicen que es el cliente y no la firma quien decide lo que se lleva. Cuando estamos en la posición de consumidores, ¿somos conscientes de nuestro poder?
No. Si lo fuéramos, nuestra manera de consumir cambiaría. De consumirlo todo. Creo que
necesitamos buena información y comunicación. Siempre se habla del g r e e n w a s h i n g de las marcas, pero a los consumidores también se nos puede acusar de hacerlo.

La cuestión del precio es importante, comprar sostenible es más caro.
Estamos en una época en la que hay mucha información confusa y muchas alternativas. Algunas son más caras, pero si seguimos excusándonos en el “es más caro” en lugar de apostar por esos productos de precios más altos, esos bienes nunca llegarán a abaratarse.

En el libro apunta a que el nuevo camino está marcado por la artesanía además de la tecnología.

Gran parte de los avances de la sostenibilidad se mueven y se producen gracias a la tecnología. Menciono a Jeanologia, la empresa con sede en València que nació para hacer más sostenible el tratamiento del denim, por ejemplo. La artesanía, por otra parte, es un punto de diferenciación que tenemos en España. Deberíamos ponerlo en valor.

¿Cómo se puede fomentar la recuperación de profesiones tradicionales y qué nuevos puestos de trabajo se pueden crear con las nuevas tecnologías?

La educación es fundamental. En los másters de moda y comunicación se debería hablar de todo esto. Se puede vivir de la artesanía, y la tecnología -desde la ingeniería hasta la inteligencia artificial- está abriendo nuevas líneas de trabajo con mucho desarrollo de futuro.

También hace una clara defensa de Amancio Ortega y el grupo Inditex.

Para empezar, es muy poco justo que cada vez que se habla de fast fashion se hable de Inditex. No es el demonio. Nació con un criterio muy claro, que es que la gente no tiene por qué gastarse mucho dinero para vestir bien. Creó un sistema de distribución brutal. En algún momento crecieron demasiado, probablemente. Ese crecimiento hay que mirarlo con profundidad porque la deslocalización -que no solo afectó a empresas del sector textil ni solamente a Inditex-, también ha promovido el desarrollo de determinados lugares de Oriente. Han tenido problemas con los proveedores, pero también han trabajado y trabajan para solucionarlos. Respecto a la sostenibilidad están haciendo un esfuerzo enorme. Luego está el sistema, que es draconiano. Eso de comprar una prenda a la semana es una locura, pero no se puede achacar solo al grupo Inditex.

El lujo también funciona cada vez a mayor velocidad.

El sistema tiene que cambiar y lo está haciendo muy lentamente. La cadena de valor de la moda es muy larga y es complicado atender a cada punto. Todo parte de un cambio de mentalidad. Usamos muy pocas veces (dicen que unas 15) la ropa que tenemos. Por eso es importante la regulación, como decía antes. La moda tiene un problema que es el fast fashion, que ha acabado afectando a todos sus niveles al margen del precio, pero sabemos que antídoto es la circularidad.

¿Les falta a nuestros diseñadores atender a algún aspecto del mercado o somos los consumidores los que deberíamos tenerlos más en cuenta?
La responsabilidad es compartida por más partes. Hay empresarios que han abierto centros de
producción en Marruecos, desde el Gobierno no se ha apoyado a la industria. Mientras aquí iban desapareciendo nuestros talleres, en Portugal mantenían los suyos. La responsabilidad es estatal, hasta que no exista un consejo nacional de la moda nuestra industria no va a prosperar. Existe en Francia desde 1868, en Reino Unido desde 1983. El British Fashion Council es el ejemplo a seguir. Un organismo transversal en el que participen el Ministerio de Cultura, de Exteriores, de Educación… y que involucre a los talleres más pequeños, a los grupos más grandes y los diseñadores. En general ha faltado ese Consejo, falta un apoyo de la industria a los diseñadores y falta que esos diseñadores se adecúen al nuevo modelo industrial y de desarrollo económico y sostenible.

¿Cree que la formación de un organismo así es viable en el contexto político actual?
Daría mi tiempo. Si estuviera en mi mano, daría algo para que eso sucediera. Se ha hecho el
Observatorio de la Moda, pero se necesita algo más trascendente.

¿No se escandalizaría la gente si se destinasen fondos públicos a un proyecto así?

No es lo mismo decir “se va a crear un Consejo para que los diseñadores vivan mejor” que decir “tenemos la industria textil más importante y vamos a mejorarla”. En esos consejos todos los miembros pagan por estar, porque es un tema de todo el sector y para beneficio de todo el sector.

Mis libros

Mis libros