Este domingo terminó la Gran Canaria Swim Week by Moda Cálida, que pone en valor la sostenibilidad y la producción local de las islas canarias.
Internacionalizarse es una consigna que cada año se hace más evidente en la gran pasarela de baño de Europa, Gran Canaria Swim Week by Moda Cálida, que se celebra precisamente en nuestro país, en la isla de Gran Canaria, y que ha tenido lugar entre el 20 y el 23 de octubre, como ya es habitual en el espacio de Expo Meloneras.
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Un crecimiento que va derivando, como no podría ser de otra manera, hacia una mayor sostenibilidad tanto en la producción como en las materias primas de las colecciones que se presentan. Un crecimiento seguro gracias al asesoramiento de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), de la que es institución asociada desde 2017 y desde luego a la codirección que se realiza con IFEMA desde 2019.
En la edición de 2022 la internacionalización se ha visto concretada desde tres vectores. Por un lado, gracias a los compradores y a las marcas, entre las que han destacado la ya asidua israelí Gottex, las británicas Alexandra Miró y Melissa Odabash, está por segundo año consecutivo, pero también la danesa Copenhagen Cartel, la alemana Anekdot, las italianas Edelvissa y Miss Bikini, la sueca Kamilla Belmont y la colombiana Mola Mola.
Por otro lado, fue un gran apoyo la presencia de la americana Coco Rocha, modelo, representante asimismo de modelos, durante el primer día del certamen. Increíblemente guapa, un referente del universo fashion, con nada menos que 1,9 millones de seguidores en Instagram, que pudieron verla vestida con un traje de la canaria Aurelia Gil, hoy una de las creadoras de mayor potencial, que incluso ha desfilado el pasado mes de septiembre dentro del calendario de Mercedes Benz Fashion Week Madrid.
Y por si faltaba un ingrediente internacional, no fue una casualidad que se celebrara los días 19 y 20 el European Fashion Alliance Summit, de la mano del Cabildo de Gran Canaria, a través de su Consejería de Industria, Comercio y Artesanía, lo que permitió que presenciaran algunos desfiles de Gran Canaria Swim Week by Moda Cálida grandes poderes de la moda internacional como la presidenta del Fashion Council Germany, Chirstiane Arp y su director general, Scott Lipinski, quienes por cierto ya estuvieron el año pasado y que han sido coorganizadores de la Cumbre.
Pero también el presidente de la CFDA de Estados Unidos, Steven Kolb, la CEO de una de las pasarelas más relevantes en la actualidad, la Copenhagen Fashion Week, Cecilie Thorsmark, directivos de la Fashion Week de París, de las de Milán…
Todos ellos volvieron a sus países con las retinas y el espíritu repleto de bellas imágenes de una pasarela que puede presumir entre sus características de modernidad y calidad, pero también de una poderosa vocación de diversidad e inclusión, con modelos de diferentes edades y cuerpos, sin necesidad de recalcar estas características, simplemente reforzándolas a través de la acción, sin más alharacas.
Resulta muy interesante que entre los premios -este año, el de Mejor Colección ha sido para Victoria Cimadevilla y el de Mejor Colección Emergente, para Libérrimo– se incluya el Premio a la Mejor Colección Sostenible que se otorga de la feria Mare da Mare y de la revista CYL y que consiste en un stand en la feria y un reportaje en la revista.
Es importante porque no cabe duda de que el camino de la sostenibilidad es el que más claramente se vislumbra en el desarrollo de la moda. Es cierto que ya el hecho de estimular el trabajo de creadores canarios con una producción básicamente local ya es en sí mismo un rasgo de sostenibilidad. Pero es aún más sostenible el esfuerzo que la gran mayoría de ellos están realizando por afianzarse en este terreno, bien a través de la producción, bien a través de materias primas absolutamente sostenibles, por lo que hay que felicitarse y felicitarles.
Especialmente, hay que felicitar a Nuria González, ganadora de la convocatoria de este año, gracias básicamente a su labor a través de una producción realizada al cien por cien con materiales reciclables. Pero también a marcas como Aurelia Gil, que aparte de utilizar gran parte de sus materiales de origen reciclado u orgánico, compra aquellos que son excedentes de marcas, o a Diazar, en la misma línea, y a Rubén Rodríguez que apuesta por el ahorro energético: un 40 por ciento de agua, un 60 de energía y un 50 de emisiones de CO2.
No menos aplauso merecen Dolores Cortés, que recibe energía generada por placas solares, o Chela Clo, que utiliza una compañía de transporte neutra en emisiones. O Gonzales que además de realizar toda la producción local, usa el total de sus tejidos reciclados u orgánicos y la polidamida la elige en Italia en un almacén de “dead stocks”. Y Alawa cuya producción está realizada al 99 por ciento con tejidos reciclados, añadiendo el sello que garantiza la fibra Econyl, como también es el caso de Libérrimo.
El empaquetado de All That She Loves y Como La Trucha al Trucho ha sustituido los plásticos por tela. Edelvissa utiliza diferentes materiales, todos ellos reciclados o telas con certificación GRS (Global Recycled Standard). Mola Mola solo emplea hilos procedentes de botellas de plástico PET.
Enhorabuena a todos. Pero especialmente al propio certamen capaz de concitar tanto bueno. No es una utopía que internacionalización y sostenibilidad son los dos grandes caminos que el mundo de la moda española debe tomar.