El pasado 3 de noviembre tuve el honor de participar en la mesa redonda “Arte y salud mental” dentro de la II Jornada Tiempo de Arte en Madrid. Mis compañeros eran Jesús Artal, jefe de psiquiatría del hospital Marqués de Vallecilla, en Santander, y Juan Ángel López-Manzanares, conservador y responsable de contenidos del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
El temita no es ninguna broma. Es un temazo. Porque tal y como expliqué:
- Si uno de cada cuatro españoles sufrirá una enfermedad mental a lo largo de su vida.
- Si somos el segundo país en consumo de ansiolíticos… y los estamos normalizando…
- Si el 30% de las bajas laborales tienen relación con la salud mental…
- Si el 45% reconoce o reconocemos tener estrés, que ya sabemos que puede desembocar en ansiedad y esta en depresión…
A paliar este problema, no contribuye nada:
- La no desconexión, ese 24/7 conectados. Por eso preguntaba si duermen menos por mirar más el móvil.
- El teletrabajo que tiene a muchos trabajadores no en jornada continua sino continuada.
- Tampoco benefician en nada las reuniones por zoom en las que se va al grano y pocas veces se tiene tiempo para un qué tal estás, cómo va la escayola de tu hija o qué tal la búsqueda de trabajo de tu pareja? No es que no se tenga tiempo…, es que se dedica a otras cosas.
- Ni es beneficioso que los líderes nos escriban a las 10 de la noche o el domingo.
- Ni que los líderes escribamos mails los fines de semana… Con lo que me cuesta no hacerlo…
Pensando en la capacidad que tienen las artes para hacernos vivir mejor, encontré que:
- Sería magnífico buscar momentos de relación de los equipos con las artes. Para conectar de otra manera de forma individual, cada persona consigo misma. Pero también para conectar con el resto del grupo. Para poner en común su experiencia particular con el arte, con las artes. Para contrastar. Para empatizar. Para ese ponerse en el lugar del otro tan necesario para evolucionar como sociedad. Esto es lo que promueve Tiempo de Arte. Lo que ha promovido en sus dos congresos celebrados en Santander, en las experiencias de arte en el circuito museístico malagueño y en sus dos Conferencias en Madrid, Arte y Cultura de paz en 2022 y esta de este año sobre Arte y Empresa.
- Pensé también que sería magnífico considerar el arte, las artes, como una herramienta muy interesante para descubrir cada uno sus emociones, para sacarlas a la luz, para ponerlas en común, en el seno de la empresa, en el de cualquier empresa, grande, mediana o pequeña. El arte, las artes, no entienden de tamaño. Y actuarían así como catalizador, como ecualizadores.
- Habría que crear un Bonus especial para premiar a los líderes capaces de rebajar el absentismo laboral atribuido al estrés y de mejorar la salud mental de sus equipos.
- Los líderes deberían enviar de vez en cuando a sus equipos una imagen de una obra de arte. Por supuesto, del Museo Nacional Thyssen Bornemisza… O una pieza musical que les conduzca a La Paz.
Si Tiempo de Arte consiguiera estos hitos, creo que estaríamos muy orgullosos.